Para planificar y ejecutar adecuadamente acciones que favorezcan la construcción de una sólida sociedad emprendedora, desde la que generar oportunidades que permitan ofrecer un mejor marco innovador y competitivo que garantice un crecimiento sostenible, resulta imprescindible tener un profundo conocimiento del ecosistema emprendedor.

El Informe GEM materializa un relevante y riguroso esfuerzo de la comunidad investigadora dirigido a favorecer un mayor y mejor conocimiento del fenómeno emprendedor y del entorno en el que tienen su origen y desarrollo las dinámicas empresariales e innovadoras. En esta ocasión, hace hincapié, precisamente, en la innovación, y en particular, en el nivel tecnológico de las iniciativas emprendedoras, así como en el papel de la investigación en el desarrollo de las empresas basadas en el conocimiento.

Para realizar el informe se ha requerido de 150 investigadores y 25.000 encuestas para la población comprendida entre 18-64 años. Y los datos que se han obtenido son estos: 

  • La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) española ha aumentado un punto con respecto al año anterior (del 5,2% al 6,2%) y, por primera vez en 8 años se acerca a los datos previos a la crisis (7.6% en 2007). 
     
  • Respecto a las motivaciones a la hora de crear un negocio, el 68,5% de las personas lo hace porque detecta oportunidades en el mercado, mientras que al 28,3% lo impulsa la necesidad. 
     
  • La TEA presenta una participación masculina relativamente mayor que la femenina (55,1% frente 44,9%); no obstante, la brecha entre hombres y mujeres a la hora de emprender viene disminuyendo de forma continua desde 2012. Las diferencias de género se acentúan en torno a los negocios consolidados que lideran hombres (60%) frente a los que están bajo la dirección de mujeres (40%).
     
  • Las percepciones estudiadas sobre las capacidades para emprender, muestra que el porcentaje de españoles que considera que posee las necesarias se mantiene en torno al 45%, y cuatro de cada diez encuestados señalan el miedo al fracaso como un condicionante para el comportamiento emprendedor.
     
  • En España menos de la mitad de los emprendedores (el 42%) considera generar empleo, y sólo un 9% espera contratar 6 o más empleados en los próximos cinco años.
     
  • La estimación del TEA por nivel educativo permite observar que, a pesar de que un poco menos de la mitad de la población emprendedora en fase inicial del último año contaba con formación universitaria, el colectivo más propenso a emprender año tras año ha sido el de las personas adultas con un nivel de educación superior, seguido por las personas con nivel de educación medio y, por último, las personas con nivel de educación bajo.
     
  • Aproximadamente el 83,8% identificados en España durante el 2017 necesitó capital inicial para la puesta en marcha, mientras que el resto pudo arrancar su negocio sin invertir dinero.

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